jueves, 9 de abril de 2015

Siempre queda la sospecha de que a uno le tomen por bobo- Adaptación Lazarillo



Siempre queda la sospecha de si a uno lo toman por bobo, cuando se es una buena persona, no es que lo dudase que tal vez sí pecase de ingenuo y realmente estaba actuando como un necio.  Para mí, mejor o peor siempre lograba lo suficiente para comer, nada me ataba ni me obligaba a mantener y servir a quien no me pagaba.   Así que una mañana, aprovechando que él había subido en camisa a la parte alta de la casa, a hacer sus necesidades, aproveché para registrarle sus escasas pertenencias, entre las cuales encontré una bolsa de terciopelo, de las que se utilizan para guardar los dineros.  Estaba doblada y seca, sin rastro ni de haber tenido ni media blanca en mucho tiempo si es que alguna vez la tuvo.


—Este —decía yo —es pobre y nadie da lo que no tiene.  Sin embargo el avariento ciego y el mezquino clérigo, que por Dios lo recibían, uno por su lengua ágil y el otro por sus besamanos, me mataba de hambre.  Por tanto había motivos más que suficientes para aborrecerlos como a este para sentir lastima y honrarle, por mucho que me pesé mantenerle y servirle siendo que no me aportaba beneficio ni provecho.

Pongo a Dios por testigo, incluso hoy, que cuando me encuentro a alguien como él, con esa manera pomposa y elegante de caminar, me dan lástima por pensar que tal vez lo pase tan mal como le había visto pasarlo a este pobre hombre. He conocido a tantos que con tal de aparentar lo que no son han dejado hasta de comer, como de esos otros que de tan avarientos teniendo dineros han sido roñosos hasta con ellos mismos, pasando hambre y viviendo como pordioseros, para llegar a la sepultura como  los más ricos del cementerio.  A pesar de ello, con toda su pobreza preferiría más servirle a él que a otros, por lo que ya he dicho. Solo había algo que me tenía un poco disgustado.  Hubiese preferido que no se diese esos aires de grandeza, ni fuese tan vanidoso, que fuese un poco más humilde, de acuerdo a su condición real. 

Adaptación Lazarillo - Tercer tratado ( Paco Arenas )

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