Llama la atención la
presencia de Zaire, el padrastro de Lázaro, que era de raza negra, siendo una
de las pocas referencias que se hace en la literatura sobre la esclavitud en
España. Tampoco se suele dar en otras expresiones artísticas, por ejemplo en la
pintura, siendo tal vez su exponente más conocido Los tres niños de Bartolomé
Murillo. Tal vez por Murillo sevillano y ser Sevilla uno de los lugares donde
mayor número de esclavos existía comparado con otras partes del Reino de
Castilla, un 7% de la población. Así nos lo contaba el cronista Luiz de Peraza.
"Hay infinita
multitud de negras y negros de todas las partes de Etiopía y Guinea, de los
quales nos servimos en Sevilla y son traidos por la vía de Portugal".
Un poco de Historia sobre la esclavitud
La esclavitud es casi tan antigua como la humanidad,
absolutamente en todas las civilizaciones. El una mercancía que el dueño podía vender,
comprar, regalar o moneda de cambio con la que pagar deudas contraídas, sin que
el esclavo tuviese derecho a oponerse de ningún modo, esposos separados de sus
esposas, hijos, hijas, quien decidía era el amo. La monarquía española, como
todas la apoyaba, para la Iglesia resultaba hasta blasfemo oponerse, basándose en
la misma Biblia, Génesis 9:25-27:
"Maldito sea
Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi
Dios sea Sem, y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las
tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo.".
En la Baja Edad
Media apareció un modo de esclavitud que aparentemente era más humana, fue la
que predomino en España durante siglos, la servidumbre:
Los siervos en teoría eran libres, no pertenecían al dueño, sino
a la tierra de su amo. En cierto modo
ese modelo ha continuado vigente durante siglos, los pobres han tenido que
trabajar durante largas jornadas a cambio de la manutención y en ocasiones ni
eso, el nuevo modelo del actual Gobierno español con sus medidas laborales no
retrotraen de nuevo a esa situación, muchas personas pueden tener trabajo y aun
así pasar hambre y necesidades, pero eso es otra historia, volvamos pues a la
cuestión histórica.
La esclavitud en España
La esclavitud Introducida por los reyes católicos, por el
tratado de Alcaçovas, mediante el cual
se autoriza a España a la venta de esclavos en su territorio. El posterior Tratado de Tordesillas en 1494,
impide durante los siglos posteriores el comercio directo de esclavos en
colonias desde las costas africanas, pero no dentro de España, aunque no era
muy común, al ser la población llana tan pobre, estaba dispuesta a trabajar en
régimen de semi esclavitud y en muchas ocasiones salía más barata, porque al
esclavo debía mantenerlo su dueño y al criado no. A pesar de ello los criados consideraban a
sus patronos sus amos y como tal era la relación entre ellos. Lázaro, siempre se refiere a todos como: mi
amo.
Especial mención merecen las esclavas, que aparte de
trabajar de criadas por la manutención, también eran esclavas sexuales al
servicio de su amo o amos. Amos que
después se declaraban paladines y defensores de la cristiandad. Estaba totalmente
prohibido en España los matrimonios con esclavas que no fuesen blancas, incluso
estaban prohibidas las prostitutas negras o de razas que no fuesen blancas, con
esclavos no se molestaban en legislar, debido al poco peso de la mujer en
aquella época. En las colonias americanas sin embargo se permitieron
matrimonios con indígenas e incluso se primaron con tierras dichos matrimonios,
mientras que con las africanas se unían fuera de los cauces legales, llego un
momento en que los mestizos y mulatos en las colonias americanas eran muchos y
ya fue inútil todo estúpido intento de mantener la pureza de la sangre
española.
Los esclavos tenían diversa procedencias, la mayoría de
ellos eran negros, pero también los había, magrebíes, bereberes y turcos, pero
también canarios, indígenas americanos a los que se añadiría después de la
rebelión de las Alpujarras en 1560, también muchos españoles de ascendencia
morisca. Es en Sevilla donde también se da el número más numeroso de mulatos y
negros libres, en torno al 10% de la población.
En cuanto a las colonias americanas el tratado de
Tordesillas, impide durante los siglos posteriores el comercio directo de
esclavos en colonias desde las costas africanas, a pesar de ello unos años
después comienzan a llegar los primeros esclavos a las islas del Caribe,
fundamentalmente para los cultivos de caña de azúcar, la excusa una gran
epidemia que diezma la población indígena, dejando sin trabajadores indígenas
semi esclavos las islas del Caribe. Esta
aberración, a pesar de dicho tratado, fue muy grande, por ejemplo Puerto Rico
con menos de 400 españoles, había más de 2000 esclavos. El mallorquín fray Bartolome de las Casas, gran
defensor de los indígenas americanos fue al mismo tiempo un impulsor del
tráfico de negros, como modo de proteger a los indios, alegando que la
naturaleza de los esclavos africanos era más robusta. A pesar de ello cien años
después de la llegada de los españoles la población indígena había desaparecido
del Caribe, siendo reemplazada por población procedente de África, porque no
era necesario darles comida no mantenerles, no se utilizaban para trabajar, las
tierras y posesiones se las habían robado los españoles, pasaron de ser una
mano de obra esclava a una “carga innecesaria”, para los colonos.
La esclavitud en el
Lazarillo (Zaide):
El castigo al cual es sometido el padrastro de Lázaro,
hubiese sido similar de haberse tratado de un español libre. A Zaire le
propinaron cien latigazos y le pringaron, es decir le echaron sobre las heridas
tocino derretido para que el dolor fuese más intenso y a la madre del Lazarillo
le condenaron a la misma pena de cien latigazos por haberse emparejado con un
hombre de otra religión, además de prohibirle acercarse a casa del comendador,
la diferencia hubiese sido de haber desobedecido a su amo, prolongando la
relación o si su amo hubiese decidido prescindir de su mano de obra esclava, en
ese caso su vida no tenía otro precio que el que su amo decidiese, posiblemente
habría terminado ahorcado.
En la segunda parte se habla de pasada también sobre la
esclavitud, cuando Lázaro capitanea el ejército de atunes contra las tollinas y
trae esclavos para el rey, jóvenes machos para ser comidos y jóvenes hembras
para disfrute sexual del monarca, razón por la cual este prescinde de la bella
Luna y para evitar comérsela y ya que no hay conventos en el mar, la da como
esposa a Lázaro. Criticando la costumbre
del Emperador Carlos I, de disfrutar de jóvenes vírgenes que cuando se cansaba
de ellas las casaba con nobles o caballeros, o en su defecto las metía en el
convento.
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